Dávila Villers DR

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Telcel fraude

 

Telcel = fraude

 

Todo mundo sabe que Telcel y Telmex engañan a los consumidores. No por azar las dos compañías figuran en primerísimos lugares en número de quejas frente a la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO). Asimismo, en el sitio http://www.apestan.com ocupan el primer y segundo puestos entre las 10,299 compañías más abusivas o “apestosas”.

Yo sólo quiero advertirles de los fraudes que Telcel está cometiendo con su banda ancha móvil (BAM), habiendo sido yo una de sus víctimas.

1.     Telcel miente.

Los empleados que venden la BAM mienten. Eso es común cuando contrata uno el servicio. Las mentiras más comunes consisten en dejarte entender cosas que no están en el contrato, de letra muy chiquita. Pero con la BAM, la mentira puede llevar al consumidor a gastos ruinosos.

En mi caso, en la sucursal de Telcel de Plaza San Diego, el día 9 de agosto de 2009, me dijeron que podía “utilizar brevemente la BAM en EEUU, Canadá y otros países, para consultar mi correo, o algo sencillo; después de lo cual, la tarjeta simplemente dejaría de funcionar”. ¡Mentira!  Telcel me hizo cargos por el equivalente aproximado de 150  dólares por día, por haber creído a uno de sus empleados.  

Pero lo grave del caso es que no sólo los empleados mienten: toda la publicidad de Telcel es engañosa: jamás te advierte del costo exorbitante que tendrás que pagar si caes en su trampa. En otras palabras: Telcel te induce a hacerlo con su publicidad engañosa.

Desde luego, el Internet es gratis o casi gratis en EEUU. Y en aquellas ciudades donde todavía no se ha extendido el servicio universalmente, basta con tomarse un café en un negocio que lo provea.

 

2.     Telcel maltrata a sus clientes.

Cuando acudí a la sucursal Cholula-La Recta, ingenuamente, para que pusieran a funcionar mi tarjeta BAM nuevamente, me recibieron con un hocico más feo que el del lobo feroz. Y me gritaron, confiados en que los consumidores no tenemos defensa frente a los consorcios Slim, que tenía que seguir pagando aunque ellos no me proporcionaran el servicio. Eso fue a principios de abril 2010.

 

3.     La BAM descompone la conexión inalámbrica de tu computadora.

Pronto ya no lo haré, pero aún pago por Internet inalámbrico en mi casa, que es la de ustedes, a Telmex, otra compañía de Slim. Además, tengo derecho a Internet inalámbrico por ser miembro del personal académico de la UDLAP. A nada de ello podía acceder pues al “bloquear” la BAM, Telcel también descompuso el WLAN de mi computadora. Tuve que llevar al arreglarla a ABACO. Me la dieron el día 19 abril 2010.

 

4.     Telcel oculta información.

Telcel no me dio nunca copia del contrato desde el inicio, como tampoco me quiso dar copia del contrato a petición expresa: ni la sucursal Cholula-La Recta (atrás del Starbuck’s), ni el changarro de Plaza San Diego. Es más, en Cholula-La Recta me dijeron terminantemente que no sólo no lo harían sino que no lo hacían usualmente.  Eso sucedió el 28 de junio de 2010, folio 05886, 4:15 pm. El changarro de Plaza San Diego, al que dirigí una carta el día 29, nunca me contestó.

Sólo hasta la segunda “audiencia de conciliación”, 20 de agosto de 2010, en la PROFECO, y bajo petición oficial, Telcel fue obligada a presentar un contrato que no incluye el costo del servicio internacional.

 

5.     Telcel amenaza.

Para completar el fraude, Telcel usa bufetes de abogados que no dejarán de hostigarte de muy mala manera, para cobrar un dinero mal habido. Slim no tiene un pelo de tonto; sabe que al consumidor no le convendrá contratar abogados, porque saldrán mucho más caros que simplemente pagar y engordarle su billetera.

 

6.     La PROFECO está sólo para “conciliar”.

La PROFECO tiene menos dientes que Doña Sara García en la última de sus películas. No puede proceder contra una compañía (menos aún contra una de las de Carlos & Charlie’s) aunque tenga evidencia de sus fechorías. Quizá a su falta de dientes se deba el que nos aconsejen día y noche “come frutas y verduras”.

De entrada, tienes que resignarte a perder bastante tiempo, y enfrentarte al burocratismo y hasta a los malos modos de quienes te van a “defender”. En seguida, como en México no hay lo que en EEUU se llama “class-action”, ¡cada caso es nuevo! Es decir, la PROFECO no usa las experiencias pasadas de “conciliación”, que son verdaderos ejemplos documentados oficialmente, de la manera delincuencial de operar de Telcel (o de cualquier otra compañía) para apoyarte.

No olvido decir, porque es justo, que además de las limitadísimas competencias de la PROFECO, tampoco tienen ni personal ni fondos suficientes. Es más, no creo estar muy lejos de la verdad al decir que, como en la típica oficina de gobierno, te hacen malas caras para tener menos chamba, ¡je-je!

Al final, a pesar de que Telcel nunca presentó documentos, ni pruebas en qué basar el cobro internacional, el abogado del consumidor me aconsejó “conciliar” el 7 de Septiembre 2010; o sea, pagar un porcentaje a pactar con una empresa que todo el mundo (y los de PROFECO más que nadie) sabe que roba.

 

En conclusión: Telcel miente, maltrata, oculta información y amenaza a sus clientes; su BAM puede dañar tu computadora. Y la PROFECO te ayudará sólo a “conciliar”; lo que es apenas mejor que pagar todo lo que Telcel quiera. Lamentablemente, casi todo mundo prefiere pagarle a Telcel, con tal de evitar el burocratismo oficial.

¿QUÉ PUEDO HACER; QUÉ PUEDEN HACER USTEDES?

1.     Yo: Puedo dar copia de mi contrato, que obtuve por mediación de la PROFECO, a quien me lo solicite. De los otros documentos en mi poder, también puedo dar copia a quien puedan servir. Es más, si me ayudan a escanearlos, los pondría “en línea” en mi portal para que los vea quien quiera.

 

2.     Ustedes: Además de escanear los papeles, pueden ayudarme a difundir este mensaje para evitar que otros ingenuos caigan en la misma trampa, que está generando millones para esa compañía.

 

David R. Dávila Villers